The Prayer_Dibujo de sombras (120x160cm), parte del proceso…
Trabajar por encargo no es una tarea sencilla para quien quiere hacer de su supuesta libertad y autonomía de decisión, de sus reflexiones, emociones, intuición y personal mirada la guía de sus procesos y producciones. Por otro lado, el hecho de acordar un intercambio fijado en un precio a priori es un condicionante que desde nunca estuvo presente implícitamente a la hora de experimentar, de abstraerme y sumergirme en un proceso de exploración y “creación” de una obra.
El encargo significa, por otro lado, la semilla y/o el fruto de un diálogo, y una oportunidad de abrazar las obsesiones de otros para aparcar por un instante las propias. Es una coyuntura que me lleva a imaginar y probar posibilidades que no se hallaban en mi exclusiva y restringida individualidad. De estos procesos aprendo, y puedo decir hoy que tras una serie de conflictos he aprendido a disfrutarlos. Encuentro en cada pequeña decisión, en cada trazo y mancha y en cada variación un amplio territorio, una dimensión infinita en la que moverme.
The Prayer es un retrato de Sai Baba (…-1918, Shirdi. India)asceta, yogui y gurú cuya historia y vida me parece tan apasionante como la devoción que incontables personas le profesan. Conocí su imagen en numerosas representaciones hace unos años durante mis estancias en India. Me interesé entonces tímidamente por saber de quién trataba ese hombre, esa imagen tan presente en las calles, templos y casas, presente en forma de estampas, láminas, pinturas y estatuas por muchos de los lugares por los que pasé.
En este momento llevamos algo más de dos semanas confinados en casa (los que tenemos casa y no desarrollamos tareas entendidas como “esenciales”) debido al estado de alerta sanitaria. Desde el inicio de esta crisis y “experimento” global, entre un sin fin de preguntas sobre este nuevo paradigma, me he inquietado y preguntado persistentemente qué sucedería en India, donde existe una extrema densidad demográfica y donde el confinamiento no es factible para la mayor parte de su población. En este momento, casualmente se confirmaba el inicio de este trabajo.
Nunca discerní con claridad dónde se encuentra la fluctuante frontera entre la aceptación y la resignación, pero intuyo que la placidez, la paz interior y la plenitud funcionan como inflexión entre una y otra. El extenso catálogo de contradicciones humanas encuentra en India una escena fascinante, y en estos días no puedo imaginar otro escenario que el del rezo y la plegaria, el de la fe y la entrega a los designios del destino como casi la única medicina preventiva para esos cientos de miles de millones de personas de las que, en lo esencial no estamos tan lejos.
Om Sri Sai
…
Guide us with your grace
To a place where we’ll be safe
…
Give us faith so we’ll be safe
…
*Comparto aquí el enlace a la ONG Streets of India, amigos con los que he colaborado en diversas ocasiones y quienes plantean interesantes y necesarias iniciativas.